Según Efron y Colbs (1974), la hora del juego o bien sesiones de juegos diagnosticas; son un recurso técnico dentro del proceso diagnóstico, el cual tiene como propósito conocer los distintos aspectos de la realidad del niño o la niña que trae a consulta.
El juego diagnostico opera como una unidad y se debe interpretar como tal, es decir, tiene un inicio, un desarrollo y un final. Esta sesión generalmente va después de las entrevistas realizadas a los cuidadores primarios, en la cual ya se ha relatado la historia del menor, es decir cuáles son los síntomas, desde cuando se percataron del problema, como ha evolucionado etc. de igual manera se menciona cuáles son las expectativas que se tienen acerca del cambio y/o solución del problema.
Los resultados cobrar sentido según Reynoso (1980) a partir de la historia del niño o la niña teniendo en cuenta la evaluación que se debe de realizar. Con ello que la información que se recopile en la hoja del juego diagnostico debe ser convalidado por las entrevistas, con los cuidadores primarios, la historia evolutiva del niño o la niña y bien por otro tipo de técnicas diagnósticas.
Campo (1988), menciona que “la interpretación de una sesión de juego con fines diagnósticos sin conocimiento previo de la historia del niño, puede ser útil como un ejercicio, pero en ello hay mucho de aventurada fantasía en la que el examinador suele estar muy implicado”
Se recomienda que esta técnica sea utilizada en edades inferiores a los 6 años, ya que la comunicación verbal es muy escasa, por el contrario se recomienda que se maximice en temas que requieren una reflexión y valoración pensamientos, emociones y conductas.