Terapia de Juego Centrado en el niño
La terapia de juego hace referencia a los sentimientos de los niños y las niñas así como también en su conducta. Es una oportunidad que se le brinda al niño o la niña para “jugar” respecto a todos los sentimientos y problemas que percibe en su entorno.
Los niños y las niñas que asisten a una terapia de juego regularmente asisten por problemas:
· Emocionales
· Conductuales
· Ambos tipos.
Pueden presentar:
· Acting out,
· Retraimiento
· Bajo rendimiento escolar
· Dificultades en el desarrollo, aunque no existan problemas físicos y médicos.
La sesión es considera como el tiempo personal del niño, en ella no se debe esperar que los niños informe de los eventos que suceden en el cuarto de juego a ninguna persona, a menos que así lo deseen.
El terapeuta acepta al niño o la niña tal cual y como es, no controla, conduce o dirige, es decir, respeta el proceder del niño.
Trabaja con sentimientos espontáneos e interactúa con él o ella sí así lo solicita. No crítica ni cuestiona. Debe verse como un facilitador y coexplorador que intenta seguir la guía del niño más que alterarlo y controlar el juego.
Los niños y las niñas en terapia de juego atraviesan de manera característica cuatro etapas, variando en algunas ocasiones el orden de las primeras tres:
· Etapa 1: Es una etapa de conducta profusa, difusa, dirigida de manera apropiada e inapropiada.
· Etapa 2: Mientras mayor sea la confianza de los pequeños con el terapeuta de juego, y tengan mayor seguridad de que se les acepta y respeta en el cuarto de juego, serán más capaces de enfocar su enojo o temor en cosas o personas definidas, fuera de sí mismos.
· Etapa 3: En este momento llega la construcción de sentimientos positivos. Los niños aman y odian al mismo objeto, lo cual quizás sea doloroso e incomprensible para el niño y el objeto, si éste es una persona.
· Etapa 4: Surgen sentimientos más positivos y realistas. En esta etapa, el niño se adapta a la realidad y ve a las otras personas como son.
