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PREVALENCIA Y COMORBILIDAD EN TDAH

PREVALENCIA

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es una de las causas más comunes de consulta a profesionales de la salud, hay estudios que postulan que este trastorno afecta entre el 8% y el 12% de la población mundial de niños (Biederman & Faraone, 2005).


Sin embargo, estos datos discrepan ligeramente en relación a las estadísticas que contemplan los dos sistemas de clasificación más empleados, DSM-IV e ICD-10. Mientras que la ICD-10 está basada en criterios diagnósticos más restrictivos y por lo tanto presenta un índice de prevalencia entre el 1 y el 4 % de la población general, el DSM-IV, el cual permite el diagnóstico de TDAH en presencia de otros trastornos y requiere un número menor de síntomas, presenta una tasa de prevalencia mayor, entre el 3 y el 5 % (Brown, 2000b).


En relación a la incidencia de los tres subtipos, el subtipo predominantemente inatento (TDAH-PI), el subtipo predominantemente hiperactivo-impulsivo (TDAH-PHI) y el subtipo combinado (TDAH-C), se observaron diferencias significativas relacionadas con el ámbito donde se tomó la muestra poblacional, según fuera el mismo clínico o comunitario. De esta manera, el subtipo combinado se halla con mayor frecuencia en el ámbito clínico psiquiátrico, constituyendo desde el 45 al 62 % de los pacientes con diagnóstico de TDAH, (Eiraldi, Power & Nezu, 1997; Faraone, Biederman, Weber & Rusell, 1998) pero, en la población general, el subtipo con predominio inatento se presenta con mayor frecuencia, extendiéndose entre el 4,5 y el 9,0 de la población infantil, mientras que el subtipo combinado representa el 1,9 al 4,8 % y el hiperactivo impulsivo el 1,7 al 3,9 (Brown, 2000b).


En lo que respecta a la evolución de los subtipos, en varios estudios longitudinales se ha documentado que los síntomas de inatención tienden a persistir mientras que los de hiperactividad- impulsividad tienden a desaparecer o a transformarse, aun cuando ambos conjuntos de síntomas hayan coexistido, por ejemplo en el subtipo combinado. Es por ello que otro factor importante a considerar en los estudios de prevalencia, es el procedimiento de extracción de las muestras.


En los estudios llevados a cabo con poblaciones en las que no se observa una remisión clínica, el subtipo TDAH-PI que ha demostrado una tasa más elevada de prevalencia que los otros subtipos, en cambio, en poblaciones donde se produce una remisión clínica de los síntomas, se ha encontrado una prevalencia mayor del subtipo combinado, TDAH-C.


La prevalencia en la vida adulta es más difícil de determinar, la hiperactividad tan llamativa en la infancia puede no estar presente en la sintomatología del adulto, ya sea porque ha desaparecido, se ha compensado y es funcional, o se ha transformado en otras conductas como el consumo de sustancias adictivas, la búsqueda de situaciones de riesgo, la adicción al juego, entre otras (Hechtman, Weiss & Perlman, 1984). Diversos estudios prospectivos han confirmado la persistencia del trastorno pasada la adolescencia, sus hallazgos sostienen que entre el 50% y el 70% de los niños con diagnóstico de TDAH seguirán presentando síntomas durante su vida adulta (Weiss, Hetchman, Milroy, Perlman, 1985; Barkley, Fischer, Smallish, Fletcher, 2002).


COMORBILIDAD

Durante los últimos años, se ha llamado la atención sobre las limitaciones del diagnóstico categórico, el cual asume que cada diagnóstico psiquiátrico es una categoría discreta que describe los límites y la especificidad sintomática que subyace al diagnóstico. Muchos de los diagnósticos, se ha observado que se relacionan con grupos, espectros o agrupaciones dimensionales en los que los trastornos aparecen como variaciones o alteraciones de sistemas funcionales complejos.


Este enfoque dimensional del diagnóstico parece ser principalmente adecuado cuando se considera al TDAH, debido a que este trastorno incluye muchas variantes sintomáticas y a menudo puede presentarse en comorbilidad con una gran variedad de trastornos psiquiátricos.


Los estudios de comorbilidad del TDAH han encontrado tasas elevadas de concurrencia entre TDAH y otros trastornos psiquiátricos, encontrando que más de la mitad de niños y adultos con TDAH cumplen también los criterios para el diagnóstico de otro trastorno psiquiátrico (Biederman, Faraone & Lapey, 1992).


El trastorno negativista desafiante (TND) y el trastorno disocial (TD) son los trastornos que de manera más frecuente se presentan en comorbilidad con el TDAH (Loeber, Green, Lahey, Frick & McBurnett, 2000). A estos le siguen los trastornos de ansiedad, los trastornos del humor y las dificultades específicas del aprendizaje (Tannock, 1998).


BIBLIOGRAFÍA

Carboni, A. (2011). El trastorno por déficit de atención con hiperactividad Psicología, Conocimiento y Sociedad (1) 3. Pp. 95-131.



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