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LA NECESIDAD DE UN TRATAMIENTO MULTIMODAL A PERSONAS CON TDAH

En la actualidad existe el consenso, recogido en las principales Guías de práctica clínica, de definir el abordaje multimodal como el gold-standard o patrón orode tratamiento para el TDAH, con unas pautas de actuación que incorporen el tratamiento farmacológico junto a otras medidas, según las necesidades particulares de cada caso y cuyo paradigma se basa en el estudio MTA (estudio multimodal de tratamiento de niños con TDAH).


Este fue iniciado por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) en 1997 con la intención de evaluar las diferentes opciones de tratamiento disponibles para el TDAH entonces.


En un estudio longitudinal multicéntrico durante 14 meses de seguimiento, donde participaron un total de 579 niños (en la muestra final) todos con el diagnóstico de TDAH, en un rango de edad de 7 a 10 años (media de edad 8,5 años). Las personas fueron distribuidas al azar en cuatro grupos de seguimiento:

A. Metilfenidato de liberación inmediata (tres tomas al día) controlado desde equipo investigador, seguimiento estrecho.

B. Tratamiento conductual intensivo.

C. Tratamiento combinado (opciones A y B juntas).

D. Tratamiento habitual en la comunidad (que hacía las funciones de grupo control)


Seguimiento tras 14 meses

Se observó que en los cuatro grupos hubo una reducción de los síntomas, siendo los grupos A y C los que resultaron estadísticamente superiores en cuanto al control de los síntomas nucleares del trastorno y en los síntomas de tipo conducta oposicionista/desafiante.


Seguimiento tras 2 años

Pasados 10 meses de la finalización de la fase de intervención, encontraron que los niños que habían sido asignados inicialmente a los grupos de manejo con medicación o al tratamiento combinado mantenían mayor mejora en los síntomas nucleares del TDAH que aquellos niños en los otros dos grupos (B y D), pero la diferencia observada era menor que tras finalizar la fase de 14 meses


Seguimiento a los 3 años

A los 3 años en el estudio participaron 485 de los 579 (83,9%) inicialmente incluidos. Los pacientes en este punto contaban con un rango de edad de 10 a 13 años (media de 11,9 años). Para ello los autores establecieron un grupo de comparación externo de niños sin TDAH, que serán compañeros de los niños del estudio. Así este grupo control, servirá para establecer comparaciones en los posteriores estudios de seguimiento (MTA n = 487; control n = 272)


Resultados a 6-8 años

Al analizar los resultados de estos pacientes a los 6-8 años de seguimiento (rango de edad de 13 a 18 años), la continuidad de la muestra del grupo MTA es del 78% y del 75% respectivamente, en relación con la n inicial. En ambos hitos temporales, no se obtuvieron diferencias intergrupales significativas en los síntomas nucleares de TDAH y así como tampoco en las nuevas variables que se analizaron. Mencionan los autores que los participantes del MTA obtuvieron peores resultados, que los del grupo de comparación normativo local, en el 91% de las variables evaluadas.


Resultados 10-16 años después

Al contar con datos analizados de los 10, 12, 14 y 16 años después del inicio del estudio (edad promedio de 24,7 años a los 16 años después del inicio del estudio) de 476 participantes del grupo MTA inicial y 241 compañeros del grupo control. Los autores agruparon a los participantes de acuerdo con la persistencia de los síntomas según criterios de TDAH del adulto del DSM-5.


La tasa de persistencia de los síntomas, bajo esta definición, fue del 50% (n = 226), con el 50% restante de asintomáticos (n = 227). A su vez se compararon con el grupo control no TDAH.


Se realizó un análisis de comparación ortogonal entre los grupos mencionados. Primero de las siguientes variables: finalización de la educación secundaria, despidos/abandono de un trabajo, los ingresos actuales, beneficiario de desempleo y comportamientos sexuales de riesgo.


En todas las mediciones, el patrón del grupo control fue el que obtenía mejores resultados, seguido del grupo TDAH asintomático y finalmente el de los TDAH con persistencia de síntomas.


Para un segundo análisis de síntomas emocionales (labilidad emocional, neuroticismo, trastorno de ansiedad y trastornos del estado de ánimo) y de consumo de sustancias, el grupo control y el TDAH sin síntomas no difirieron, pero a ambos les fue mejor que al TDAH con síntomas persistentes.


BIBLIOGRAFÍA

Quintero-Gutiérrez del Álamo F-J, & García-Campos N. (2019). Actualización en el manejo del TDAH. Congreso de Actualización Pediatría. Pp. 29-36.




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