El concepto de juego genera asociaciones inmediatas con las ideas de grupo, equipo, individuos, es decir jugadores, los cuales realizan posiciones ya sea de mando, soldado, ataque, defensa, con ello hacen uso de diversas estrategias, tácticas, movidas, habilidad, alternación de turnos (Selvini et al., 1990, p. 161 citado de Valderama, 2017) con ello se menciona que “juego” permite la acción de diferentes movimientos y “jugadas” recurrentes en familias reconstituidas, así con ello se considera que las personas proponen juegos/ estilos de relación con una finalidad en particular la cual puede ser clara o bien difusa.
Nos menciona Prata, (1993) citado de Valderama, (2017) que es diversas investigaciones se menciona que el estudio de los “juegos familiares” supone un avance sobre las teorías genéticas y orgánicas refiriéndose al estudio de la psicopatología, con ello, es decir el juego se relaciona con la psicopatología de modo que fundamentalmente todo juego tiene reglas, y estas se entienden como intercambios comunicacionales que se da en los sistemas humanos, estos intercambios se presentan de manera verbal y no verbal.
Los pedidos presentados en una relación de pareja, pueden ser aceptados o bien rechazados en uno o en ambos niveles de comunicación, de esa manera, un pedido o bien un acuerdo puede ser aceptado en el contenido y rechazado en lo relacional, o bien puede ser rechazado en el contenido y aceptado en la relación, de este modo que cada opción y opinión introduce a la familia en un juego particular. Por ende el trabajo y el interés del grupo se focalizan en aquellas negociaciones en donde contenido y relación se hacen congruentes.
Respecto a las situaciones de negociación de parentalidades en nuevas conyugalidades, es decir, en familias reconstituidas sin duda, caben los tres tipos de conflicto:
· Tipo A: Desajustes en torno a la organización de la convivencia.
· Tipo B: Diferencias en torno a la comunicación y resolución de los conflictos.
· Tipo C: Desacuerdos básicos respecto a la definición de la relación.
Sin embargo el tipo C, son los más visibles y redundantes ya que estos tienen como base los aspectos más básicos de la relación y tienen que ver con acciones y expectativas que se tiene hacia el otro en la dimensión conyugal.
Con lo mencionado es importante, mencionar que al acudir a terapia de juego filial ya sea con familias reconstruidas o bien tradicionales o de cualquier tipo, se necesita tener acuerdos entre todos, esto con la única finalidad de mantener un bienestar positivo para el infante o bien para todos los integrantes de este grupo.
BIBLIOGRAFÍA
Valderrama-C, J-C. & Edwuard-Johnn, S-G. (2017). Los juegos relacionales en familias reconstruidas. Tesis psicológica 12 (1). Pp. 30-42.
