A menudo, los adolescentes con TDAH suelen tener problemas en el aprendizaje, lo que les lleva a una constante frustración. Esto se debe a que, aunque son inteligentes, se ven incapaces de demostrarlo, bien por conflictos a la hora de asimilar conocimientos, como por dificultades a la hora de transmitirlos. Los síntomas que presentan los jóvenes con este trastorno son los siguientes:
• Siente apatía por el colegio o instituto.
• Se aburre durante las clases.
• Debido a que no es capaz de mantener la atención, suele no entender las explicaciones del profesor.
• A pesar de que es inteligente, sus calificaciones son bajas.
• Tiene problemas de concentración durante el estudio, lo que impide la asimilación de conocimientos.
• Deja la realización de las tareas para el último momento.
• Es posible que en algunas materias obtenga buenos resultados, mientras que en otras fracase. Esto puede deberse al interés que tenga en la asignatura y en la forma de impartir clase del profesor.
Pautas para combatir los problemas de aprendizaje
Cómo impartir las clases:
• Ofrecer un alto grado de motivación, participación y refuerzo multisensorial.
• Evitar la abundancia de explicación verbal y el dictado del material.
• Las lecciones deben de ser dinámicas y estructuradas para motivar el aprendizaje. Las rutinas ayudan a una mejor organización.
• Explicar con detalle los procesos sobre cómo hacer las cosas.
• Enseñar técnicas de estudio, con aplicación práctica en el aula.
• Fomentar el trabajo cooperativo entre alumnos para ayudar en la dedicación continua a una misma tarea.
• Dividir el trabajo en pequeñas cantidades para ayudar al cumplimiento de cada una de las tareas.
• Tratar de empatizar con el alumno a través de una actitud de autoridad, apoyo y confianza, para que se sienta apoyado en el proceso del aprendizaje.
Para lograr que el alumno aprenda a aprender:
• Actuar como mediador entre el joven y las estrategias y habilidades para aprender, asimilar y dominar contenidos.
• Aplicar una enseñanza para todos, de tal modo que se responda a las necesidades de los diferentes alumnos, asegurando el éxito académico. Para ello, hay que cambiar el concepto de decirle al estudiante lo que ha hecho mal, por el de enseñar a cómo hacerlo bien.
Asimismo, hay que:
- Conocer las debilidades y fortalezas de cada alumno.
-Transmitir conocimiento vinculado a la asociación y la vivencia.
- Favorecer el análisis de la información.
- Motivar la realización de ejercicios prácticos.
• Mantener una comunicación fluida con los padres para informarles de cómo pueden ayudar para fortalecer el aprendizaje de sus hijos.
Motivar al alumno para que trabaje:
• Ofrecer algún tipo de incentivo que ayude al alumno a interesarse por conseguir alguna meta.
• Fomentar la persistencia como una vía para obtener el éxito.
• La motivación depende en gran parte de las posibilidades reales de conseguir lo propuesto. Por el contrario, la
desmotivación es fruto de una elevada dificultad.
• A través de las tareas, los alumnos buscan satisfacer una serie de necesidades, que hay que ayudarles a conseguir:
- Independencia, mediante la toma de sus propias decisiones.
- Capacidad de resolución, tras comprobar que puede hacer las cosas por si mismos de manera satisfactoria.
- Sentido de pertenencia, formando parte de algo más grande.
-Estimulación, a través de encontrar placer con lo que se hace.
*Tomado de: Guía de actuación en la escuela ante el alumno con TDAH por la Federación Española de Asociaciones para la ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad.
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